jueves, 5 de mayo de 2011


- Dime, ¿qué me tenías que decir?

- Que....te...te quiero.
- Ya, claro, somos muy buenos amigos, yo también te quiero.
- Pero lo que yo siento por ti no es cariño de amigos.. es que...estoy...enamorada de ti. 
- Y..y por qué? que motivos te doy para que te enamores? yo no hago nada extraordinario para que te enamores...
- Sí que me das motivos, porque cuando estoy contigo me falta el oxigeno el hidrógeno y todos los elementos de la tabla periódica, porque me dejas sin aliento cuando empezamos a hablar, porque eres el único motivo por el que tengo creatividad al dibujar, escribir, y tocar la guitarra. Porque todas mis canciones de amor hablan de  ti y no puedo evitarlo, no puedo evitar dejar de quererte de esta forma, porque cuando hablan de ti me elevo a las nubes y si dicen algo malo me cabreo y mucho. Y es que no hace falta que hagas nada para que me enamore, es que con tu sola presencia me haces feliz, porque me encanta oler tu colonia, o tu pelo cuando llegas a los sitios recién duchado. Porque me encanta tu camiseta turquesa, tu mirada, tus vaqueros rotos y tu reloj plateado. Se me iluminan los ojos cuando te veo llegar con esa forma de andar muy tuya, y esa perspicacia que tienes. Entiendo que todo esto te ha venido muy de golpe y no sepas reaccionar...pero necesitaba decirtelo, explotar y sentirme bien conmigo mis......
- Me has dejado sin palabras... pero tengo que decirte, que a veces las cosas no bastan con decirlas y quedarse tranquilos con uno mismo, a veces hay que arriesgarse y vivir la aventura, sin miedo a que te rechacen.... por eso solo te digo una cosa: bésame como si fuese hoy el fin del mundo, quiero que me hagas tuyo.

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